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NUESTRA SOCIEDAD NECESITA UN CAMBIO

En el Perú, es común decir que somos una sociedad machista, ya que según DATUM, un 74% de nuestra población así lo considera. Este pensamiento es la causa principal de la violencia hacia la mujer, debido a la minimización de la misma. Es más, en los primeros 9 días del 2019, se registraron 5 feminicidios. Sin tener en cuenta estos crímenes, se registra que al menos 1 de 3 mujeres ha sufrido violencia física y/o sexual en algún momento de su vida, de acuerdo a la OMS. Otro tipo de violencia principal es el acoso callejero, el cual se puede presentar de un modo más pasivo, pero no deja de ser una agresión hacia la mujer. A continuación, el siguiente texto explicará los factores sociales involucrados en este tipo de agresión.

 

Un factor que influye bastante en este problema es la desigualdad de género, presente día a día en nuestra cultura global. Esto se ha generado debido a las diferencias continuas que se marcan entre hombres y mujeres, empezando por cuestiones conocidas, que son las económicas y laborales. Además, en algunos países de Oriente, se cuentan con restricciones más extremas entre ambos sexos, tales como el “Prohibido manejar y asistir a estadios de fútbol en el caso de las mujeres”. En primer lugar, con todas estas diferencias legales y económicas, en el aspecto social, se encuentra el machismo. Según la Universidad del Valle (Colombia), el machismo se define como el fenómeno cultural que enfatiza o exagera las características masculinas y la creencia en la superioridad del hombre, e incluye ciertas características relacionadas al concepto de la hombría. Estas características, incluyen, principalmente, que el “verdadero hombre”, de acuerdo a la cultura hispana, resalta su heterosexualidad y su agresividad. En relación con la heterosexualidad, se hace referencia a que el hombre debe resaltar por sus relaciones y conquistas de mujeres, las cuales deben ser símbolo de orgullo y prestigio, hasta que satisfaga la vanidad masculina. En relación a la agresividad, se refiere a que los hombres intentan demostrarle al resto que es el más “macho”. Bajo este concepto sobre el machismo, vemos cómo la mujer es minimizada constantemente y reducida a ser vista como un objeto a disposición del hombre. Por ende, se cometen diversas agresiones y delitos en base a esta ideología de supremacía y que solo va en constante aumento. Uno de los casos más conocidos, a nivel nacional, fue el de Eyvi Agreda. Ella fue una joven de 22 años que falleció tras permanecer un mes internada luego de ser atacada con gasolina, con lo cual, obtuvo quemaduras de segundo y tercer grado. Javier Hualpa, fue el atacante, quien estuvo acosándola luego que ella lo rechazara. Actualmente, sigue enfrentando los cargos respectivos y entre 35 años de cárcel o una cadena perpetua. En segundo lugar, otro factor social, involucrado en el acoso callejero, sería el aporte de los medios de comunicación con respecto a la sexualización de la mujer. De acuerdo a la asociación “Orbita Diversa”, esto se manifiesta cuando una persona carece de todo aquello que lo caracterice y este se presenta como una cosa u objeto sexual. Este fenómeno no solo implica la explotación de la sexualidad de la mujer, sino, también la infravaloración de la misma a través de comparaciones con productos y mercancías. Por ejemplo, en 2008, la compañía Renault lanzó un anuncio, en el cual se comparaba a una mujer de 40 años y divorciada con un auto de segunda mano. Tras este comercial, hubo opiniones divididas, en las cuales se acusaba a esta propaganda de sexista, pero otros sustentaban que era una campaña, precisamente, acertada. Lo cual nos indica que este factor no sólo va relacionando con la despersonalización de la mujer, sino, con el consumo constante de este tipo de entretenimiento. En el caso de Perú, se ha visto en diversas oportunidades este fenómeno, específicamente, a través de la radio, televisión y periódicos. Por ejemplo, hay casos obvios como “Las malcriadas del Trome”, el cual es, coincidentemente, el periódico más vendido del Perú.

 

En conclusión, entre estos dos factores, predomina algo en común, y es el hecho de que no se reconozca a la mujer de la misma forma que al hombre en todos los aspectos: social, legal, económico, etc. Por ende, podemos decir que, a manera de prevención, lo ideal sería empezar por cambiar ese pensamiento y esa cultura que actualmente hace que Perú sea de los países más peligrosos para vivir si eres mujer, siendo superado únicamente por México en América.

"Imagen extraída de Pinterest"

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"Imagen extraída de Pinterest"

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